Marcos CRIADO DE DIEGO. Territorio y acceso a la justicia en el posconflicto
colombiano. Estudio sobre la conflictividad y los mecanismos de resolución de
conflictos en las zonas rurales de Guapi, Cauca. Bogotá: Universidad Externado de Colombia, 2019. 282 pp. ISBN
9789587902617
En el año 2016 se produjo la firma del Acuerdo de Paz en
Colombia, culminando un proceso que transcurrió durante cuatro años. Aunque ha
supuesto un paso hacia delante, el gran cambio que provocó en el contexto
colombiano ha trastocado el orden que existía hasta entonces y, por tanto,
deben ser analizadas sus consecuencias. La doctrina ya las ha estudiado
utilizando una perspectiva política y social, incluso jurídica (sobre el valor
jurídico de los acuerdos, la forma en que fueron incorporados al ordenamiento
jurídico, la concesión de poderes extraordinarios al presidente para su
desarrollo, etc.), pero falta por analizar desde el prisma jurídico una de las
consecuencias más relevantes: la exigencia de una transformación radical del
campo colombiano, con el objetivo de eliminar aquellos factores objetivos que
favorecen la reproducción del conflicto armado, en detrimento de la capacidad
de respuesta del Estado colombiano en su vertiente de peace
buiding.
En este ámbito juega un papel muy relevante el
diagnóstico de la situación rural en Colombia, y es precisamente aquí donde se
encuadra la obra que ahora recensionamos, ya que trata de identificar la
situación de las comunidades rurales en que los estragos de la guerra fueron de
mayor intensidad, como la costa pacífica colombiana, con especial énfasis en la
salida de las FARC, ya que esto supuso la eliminación de facto de un
poder que imponía un orden y resolvía los conflictos –aunque fuera de forma
ilegal y violenta— en el territorio y, por tanto, ha provocado un vacío que
debe ser colmado por el Estado para que no se reproduzca el mismo conflicto con
nuevos actores.
Finalmente, debemos señalar, la importancia del spatial turn o
planteamiento de los problemas a partir del conocimiento particular del
territorio, pues se configura como la metodología exigida por el enfoque
territorial del Acuerdo de Paz para la construcción e implementación de las
reformas. Debemos señalar que la cuestión de la paz territorial como rasgo
específico del proceso de paz colombiano, así como el enfoque territorial como
método de implementación de los puntos del Acuerdo de Paz relativos a la
Reforma Rural Integral y la sustitución de cultivos ilícitos, ya han sido
analizados por Marcos Criado en varios de sus trabajos: “Hacer la paz en los
lugares del conflicto. La paz territorial como eje central del proceso de paz
en Colombia”, en Memoria y justicia transicional en Europa y América Latina
/ Memory and transitional justice in Europe and Latin America, dir. por Roque Moreno Fonseret y
Pedro Payá López (Granada, España: Comares Editorial,
2018), 206-217, ISBN 9788490456743; La paz en el territorio: poder
local y postconflicto en Colombia (Bogotá, Colombia: Servicio de
Publicaciones de la Universidad Externado de Colombia, 2017), 398 pp., ISBN
9789587728545, donde su capítulo analiza “¿Qué es la paz territorial?” (pp.
17-66); y “¿Participación o derechos? El fracaso relativo de la democracia
participativa en Colombia y las prioridades en la implementación territorial de
la paz”, en La ciencia del Derecho Constitucional Comparado. Libro homenaje
a Lucio Pegoraro. Volumen II, AAVV (México:
Tirant lo Blanch, 2017), 211-236, ISBN 9788491436133.
En cuanto a su contenido, vemos cómo en el capítulo
primero se establece el marco metodológico del análisis de la territorialidad
en Colombia, así como la evolución del concepto de territorio, tanto a nivel
doctrinal como en los documentos normativos, reflejado finalmente en el Acuerdo
de Paz. A continuación, se expone la investigación llevada a cabo, la
metodología empleada y todos aquellos obstáculos que se presentaron y que nos
obligan a tener ciertas cautelas metodológicas a la hora de analizar los
resultados.
Este capítulo sirve como punto de partida para el lector,
pues ayuda a comprender adecuadamente la problemática analizada por esta obra:
se refiere a la diferenciación rural/urbana en cuanto a las desigualdades
territoriales en Colombia, con especial énfasis en la ausencia de instrumentos
estatales de resolución de conflictos en el ámbito rural; expone la importancia
del spatial turn a
la hora de analizar los problemas sociales, ya que el proceso histórico ha
dejado a numerosos territorios fuera del alcance del Estado; tiene en cuenta la
importancia que tuvo el conflicto armado y la que tiene actualmente el
conflicto de la minería ilegal; concluye que las barreras del acceso a la
justicia en las zonas rurales no solo se deben a la desconfianza de los
ciudadanos, sino también a la desconfianza de la justicia respecto de la
ciudadanía; y, finalmente, vemos cómo el autor opta por la potenciación de la
conciliación –frente a la adjudicación— como criterio inspirador en la
resolución de conflictos.
El capítulo segundo realiza una
caracterización geográfica, demográfica, social, económica, política y
administrativa del municipio de Guapi, situado en el encuadre del Pacífico sur
colombiano. Tras ello, analiza el proceso de construcción de los consejos
comunitarios que, pese a poseer la mayor extensión de tierras adjudicadas, en
la vida cotidiana no ejercen sus funciones de forma efectiva; la relación de
las zonas rurales con el conflicto armado, pues el conflicto continúa
existiendo, aunque las FARC hayan desaparecido; y las características de
victimización, utilizando cifras estadísticas.
El capítulo tercero expone los principales
resultados de la investigación utilizando la siguiente metodología: primero se
presenta la consolidación cuantitativa de los datos recabados y sus cruces para
establecer problemáticas o contradicciones que suponen hallazgos que deben ser
explicados; y, tras ello, se analizan estos hallazgos utilizando metodologías
cualitativas a partir de la información suministrada por las personas entrevistadas,
para conseguir una caracterización general de la conflictividad y de las formas
de acceso a la justicia de los habitantes en las zonas rurales de Guapi. El
resultado es la coincidencia entre los conflictos reportados por ambos, salvo
algunas conductas, así como la sorprendente falta de conflictividad asignada
por la comunidad a la minería ilegal –a pesar de su protagonismo fáctico—, pero
como acertadamente afirma Marcos Criado, el resultado más
llamativo de los datos expuestos no es tanto lo que aparece sino lo que no
aparece,
de modo que estos datos deben ser analizados teniendo en cuenta el temor de la
población rural a hablar de algunos conflictos abiertamente.
El capítulo cuarto pone en relación los principales
hallazgos de la investigación y los resultados de su análisis con los
resultados de otras investigaciones con objetos similares que se han venido
realizando en otros territorios de Colombia en los últimos años.
Particularmente en los siguientes campos: organización y funcionamiento de las
comunidades negras rurales; resolución de conflictos por parte de las FARC;
debilidad institucional del Estado y su impacto en el acceso a la justicia; e
impacto de esta situación sobre el territorio. Los resultados más llamativos de
la investigación son la asimetría informativa entre las autoridades formales e
informales, la divergencia entre la cabecera municipal y la zona rural, la
inactividad como opción más habitual y que las autoridades deseadas según
las entrevistas son, precisamente, las menos utilizadas en la actualidad. Nos
llama la atención la existencia de una brecha generacional entre los
adultos –que ven esta situación de conflicto como algo coyuntural— y los
jóvenes –hijos del conflicto que no aspiran a superar esta problemática— que se
traduce, como bien señala Marcos Criado, en el paulatino debilitamiento de las
instituciones comunitarias por enfrentarse a los intereses de los jóvenes. El
autor concluye que en Guapi el Estado no está ausente, pero su presencia
sí está desequilibrada, de modo que la comunidad percibe con
indiferencia los mecanismos judiciales de resolución de conflictos.
Finalmente, en el apartado de Conclusiones y
Recomendaciones el autor ofrece algunas consideraciones a
tener en cuenta por los programas de la rama ejecutiva. Estos programas han de
estar destinados a enfrentar el problema del fortalecimiento institucional en
el territorio y de facilitar y mejorar el acceso a la justicia por parte de las
comunidades rurales de los territorios afectados por el conflicto. Esto ha de
afectar particularmente al programa de Sistemas Locales de Justicia promovido
por el Ministerio de Justicia. La relación entre teoría y práctica en cuanto a
las formas de justicia previstas normativa e institucionalmente en Colombia y
su efectiva utilización nos muestra, por tanto, una situación de mutuo
desconocimiento. La acción del Estado colombiano debe enfocarse a hacer
visibles las comunidades rurales y revertir la situación de miedo y abandono
que estas tienen por parte del Estado, así como en reforzar los mecanismos
comunitarios ya existentes.
A la luz de todo lo expuesto, podemos afirmar sin lugar a
duda que el trabajo de investigación realizado por Marcos Criado es esencial
para todo aquel que pretenda comprender la realidad de los mecanismos de
resolución de conflictos en el contexto colombiano actual. No solo es brillante
a la hora de exponer el marco teórico, sino que además debemos tener en cuenta
y valorar la utilización de una metodología no muy habitual en la doctrina
española. Esta metodología consiste en la utilización de trabajos de campo en
investigaciones jurídicas, así como la manera en que se combina con una
metodología jurídica más clásica (el análisis del significado jurídico del
enfoque territorial) y con metodologías más críticas (la crítica a la
jurisprudencia de la Corte Constitucional colombiana en materia de mecanismos
alternativos de justicia). Finalmente, hemos de hacer hincapié en la novedad
que supone la aplicación del giro espacial a los estudios jurídicos, así
como resaltar la profundidad de esta obra. Además de realizar críticas respecto
de la situación existente, realiza propuestas concretas para mejorar la
presencia del Estado y la efectividad de su acción en el territorio y, como
consecuencia, se convierte en una importante contribución para la materia. Por
todo lo expuesto, nos encontramos ante una obra de referencia para cualquiera
que pretenda abordar el enfoque territorial del acceso a la justicia y la paz
territorial, especialmente en el Estado colombiano.
Juan Francisco Barroso Márquez
Área de Derecho
Constitucional
Departamento de
Derecho Público
Facultad de
Derecho
Universidad de
Extremadura
juanbarroso@unex.es
https://orcid.org/0000-0003-3466-4297